La peor tarea del mundo
- Equipo Tareas Pro
- 8 ene 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 13 ene 2019
En alguna ocasión, me encargaron una tarea que, lejos de ser difícil, era tan fácil que resultaba estúpida.

No encontraba la manera de convencerme a mí mismo que dicha tarea podría valer más que una salida con mis amigos más cercanos, a quienes conocía desde la infancia, a quienes no veía más que un par de meses al año.
Con la finalidad de hacer el proceso de toma de decisión lo más objetivo posible, y para no ser injusto con la tarea y por respeto a la materia, intenté meditar acerca de la importancia que dicha actividad escolar podría tener para mi desarrollo personal, espiritual y profesional.
La realidad es que no pasaron más de 4 minutos antes de que llegase a una conclusión: “Esta tarea no sirve de ni madres… ni siquiera la va a leer el profesor…”
Por lo que me decidí a dejar la tarea inconclusa, inclusive antes de iniciarla.
Me decidí a reunirme con mis amigos, y por azar, fortuna, y algo de karma instantáneo, al par de horas de encontrarme ya con mis amigos, conocí a una persona de mirada cósmica.
Dicha mirada cósmica me hizo pensar en que todo tenía un por que, en que todo podría hacerse realidad si uno se lo propone y en que los sueños hacen a la vida, no la vida a los sueños.
Dicha mirada me hizo saber de la forma más hermosa posible, que en la vida hay que tomar decisiones con más corazón que cabeza. Esa mirada me enseñó que el corazón se conecta a algo que trasciende al plano terrenal y, por lo tanto, se le debe de dar prioridad ante todas las cosas.
Es así como, por tomar la decisión de no hacer mi tarea escolar, encontré al amor de mi vida.
Commentaires